La tranquilidad habitual del Barrio I, en Santiago Mexquititlán, se rompió al caer la tarde cuando un altercado familiar derivó en una tragedia irreparable. Un hombre de aproximadamente 37 años disparó contra su propio padre, de unos 65, tras una violenta discusión dentro de su vivienda.
Vecinos relataron que el agresor llegó alterado a la casa familiar y comenzó a discutir con su padre, aparentemente por un problema previo que su progenitor tuvo con su madre. Las voces subieron de tono, los gritos se escucharon hasta la calle y, en cuestión de minutos, lo que parecía una riña doméstica se transformó en un episodio fatal.
Según los primeros reportes, ambos hombres se enfrentaron a golpes antes de que el hijo, cegado por la ira, tomara una escopeta. Un solo disparo bastó para que el silencio reemplazara al ruido de la pelea. El hombre mayor cayó al suelo, mientras la conmoción se extendía por toda la calle.
Alarmados, los vecinos llamaron de inmediato a la línea de emergencia. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Amealco llegaron al sitio, donde el presunto agresor fue detenido sin oponer resistencia. Paramédicos que arribaron poco después confirmaron lo inevitable: el hombre ya no contaba con signos vitales.
La zona fue acordonada siguiendo los protocolos correspondientes. Nadie más pudo acercarse al predio mientras los agentes de la Policía de Investigación del Delito realizaban las primeras indagatorias. Horas más tarde, el personal del Servicio Médico Forense llegó para levantar el cuerpo y trasladarlo a la morgue, donde se practicaría la necropsia de ley.
El detenido fue trasladado a las galeras de la Fiscalía para rendir su declaración. Las autoridades confirmaron que el caso quedó integrado en una carpeta de investigación por el delito de homicidio. El pequeño poblado de Santiago Mexquititlán, aún incrédulo, amaneció al día siguiente con un sentimiento compartido de tristeza y desconcierto ante una tragedia que se gestó en el corazón de una familia.