La mañana avanzaba tranquila por avenida Felipe Ángeles hasta que, como si el destino quisiera un poco de drama automovilístico, dos camionetas decidieron protagonizar su propio episodio de “Choques y Confesiones”.
Todo ocurrió a la altura del Barrio de La Concepción, en San Juan del Río, justo en esa zona de retornos donde muchos dudan si dar la vuelta o seguir derecho. Una SUV blanca, conducida por una joven que se dirigía hacia Canal de Santa Clara, bajó la velocidad porque el vehículo de adelante iba a hacer la famosa vuelta en “U”. Todo normal… hasta que el retrovisor le avisó que lo peor venía detrás.
Una pick up Volkswagen, que al parecer venía con más fe que distancia, no alcanzó a frenar a tiempo y se estampó directamente contra la parte trasera de la SUV. El golpe resonó como despertador de lunes, pero por fortuna, no hubo heridos —solo un par de corazones acelerados y una defensa abollada.
Ambos conductores bajaron a revisar los daños y, tras el clásico intercambio de miradas entre “¿estás bien?” y “¡te dije que frenaraaaas!”, esperaron la llegada de la Policía Municipal. No fue necesario el apoyo de paramédicos, aunque el tráfico sí necesitó terapia: la avenida se volvió un embotellamiento con público incluido.
Las aseguradoras fueron convocadas al lugar como si se tratara de una cita doble, y tras varios minutos de papeleo, fotos y gestos de resignación, los vehículos fueron retirados para liberar la vía.
Al final, el percance dejó una lección clara: en los retornos de Felipe Ángeles, ni el GPS te salva del “ups, no alcancé a frenar”.
